miércoles, 21 de abril de 2010

Lípidos y jabones

La manera en que actúa un jabón al lavarnos las manos, puede ayudar a comprender las interacciones entre los lípidos y el agua, lo cual facilitará luego, abordar la estructura de las membranas biológicas.
Una molécula de jabón es un ácido graso en el cual, el hidrógeno del grupo carboxilo fue reemplazado por un átomo de sodio o uno de potasio (esto se consigue transformando a una grasa haciéndola reaccionar con hidróxido de sodio o de potasio, mediante un proceso llamado saponificación).
El jabón tiene una cabeza altamente hidrofílica (mucho más hidrofílica que el grupo carboxilo del ácido graso) y una cola hidrofóbica. Si uno tiene las manos impregnadas en azúcar y se las lava con agua, las manos se limpian. Esto se debe a que el hidrato es soluble en agua, entonces, esta lo “arrastra”. No ocurre lo mismo si uno tiene las manos impregnadas en aceite o grasa. En cambio, como los lípidos no son solubles en agua, no se incorporan a ella, en consecuencia, el agua resbala por sobre las manos aceitosas, sin “arrastrar” al lípido.
Pero si el agua tiene moléculas de jabón, todas las cabezas polares de los jabones se solubilizan en el agua, mientras que las colas hidrofóbicas la rechazan. Y si rechazan el agua ¿hacia dónde se dirigen?. Se dirigen hacia otras sustancias que también rechazan el agua, que son precisamente, las molécuas de aceite. El resultado es que todas las colas hidrofóbicas rodean a las moléculas de aceite formando una estructura esférica denominada micela. La pared externa de la micela, al estar formada por todas las cabezas polares, es soluble en agua. Entonces el agua arrastra a la micela, que se lleva las moléculas de aceite en su interior.
















La micela está representada como una esfera. Su interior está formado por las colas hidrofóbicas unidas a las moléculas de aceite (no mostradas, sería el espacio en blanco). La pared de la micela, en contacto con el agua, está constituida por las cabezas polares.

jueves, 15 de abril de 2010

Sustancias orgánicas e inorgánicas

En el curso se ha visto que las sustancias orgánicas se diferencian de las inorgánicas, en que las primeras están formadas por cadenas carbonadas. Sin embargo, hace muchos años, cuando aún no se conocía la estructura químicas de las sustancias orgánicas, esta diferencia no se había establecido.
El término “orgánicas” viene de “organismos”, pues se definía a las sustancias orgánicas como aquellas que provenían de los seres vivos (ya sea en forma directa o indirecta), es decir, la materia de la que están compuestos los seres vivos, o que producen los seres vivos. En cambio, las inorgánicas, si bien se encontraban en los seres vivos (por ejemplo, agua y sales) formaban parte del mundo inanimado.
Si bien estas afirmaciones no eran erróneas, conducían a un concepto que sí lo era: la creencia de que había una química exclusiva de la vida y una química exclusiva del mundo no vivo, cada una con sus propias leyes; y además, que las sustancias orgánicas solamente podían ser fabricadas por un ser vivo.
Esta visión cambió cuando los químicos lograron sintetizar sustancias orgánicas en el laboratorio, y comprobar que estas eran iguales a las que fabrican los seres vivos. Por lo tanto ya no podía afirmarse que hubiera una química exclusiva de la vida y otra química exclusiva del mundo inanimado; de modo que la diferencia entre sustancias orgánicas e inorgánicas, debería ser otra.
La diferencia entre ambos tipos de sustancias, como se dijo al inicio, es que las sustancias orgánicas presentan cadenas carbonadas, es decir, varios átomos de carbono unidos entre sí. Estas cadenas pueden ser lineales, ramificadas o cíclicas. Por supuesto que los átomos de carbono también están unidos a otros átomos diferentes, pero el “eje”, “esqueleto” o “andamio” de la molécula, es una cadena de átomos de carbono. La inmensa variedad de cadenas que pueden formarse combinando átomos de carbono, es lo que permite que exista una gran variedad de moléculas orgánicas.
Otra forma de apreciar que no existe una química de la vida y una química del mundo inanimado, es considerando lo siguiente: un átomo de carbono puede formar parte de una molécula inorgánica (por ejemplo, dióxido de carbono) y ese mismo átomo, posteriormente, formar parte de una molécula orgánica (por ejemplo, glucosa), y más adelante, ser componente de otra molécula orgánica distinta, o de otra inorgánica. Es decir, podemos imaginarnos a los átomos (no sólo a los carbonos, sino a todos) como “piezas”, que al combinarse de distintas maneras forman distintos tipos de moléculas, tanto orgánicas como inorgánicas.
¿Pero cómo puede un átomo que forma parte de una molécula orgánica, “salir” de ella y combinarse con otros átomos y armar una molécula inorgánica. En otras unidades de la materia se verán algunos procesos por los cuales los seres vivos, en sus células, pueden transformar una sustancia orgánica en sustancias inorgánicas (es decir, “desarmar” las orgánicas, y con esos mismos átomos, “armar” inorgánicas. El ejemplo opuesto es lo que ocurre en la fotosíntesis, donde a partir de los átomos que forman sustancias inorgánicas (dióxido de carbono y agua) pueden fabricarse sustancias orgánicas (azúcares).
Es importante aclarar, que si bien los ejemplos mencionaron al átomo de carbono, lo mismo vale para el resto de los átomos: todos pueden formar parte de moléculas orgánicas o inorgánicas en distintos momentos.

jueves, 8 de abril de 2010

Especies e híbridos

Los individuos de la misma especia son aquellos que pueden reproducirse entre sí, y dejar descendencia fértil. Hay casos en los que individuos de distintas especies pueden tener hijos, pero esto son estériles, confirmando así, que sus padres pertenecen a especies distintas.
El ejemplo más habitual es la cruza entre una yegua (Equus caballus) con un burro (Equus asinus) que dan una mula (foto izquierda). Menos conocido (y menos común) es el resultado de la cruza entre un caballo y una burra: el burdégano (foto derecha).










Pero existen ejemplos todavía menos conocidos (y más curiosos) de otras cruzas que se han producido:














Cebrallo: cebra y caballo

















Cebrasno: cebra con burro




Pumapardo: puma y leopardo



Leopón: león y leopardo


Coyolobo: coyote y lobo


Jaglión: jaguar con león


Ligrón: tigre y leona


Ligre: león y tigresa

La “cama” es un híbrido entre un camello y una llama (centro de la foto). Se obtuvo por inseminación artificial, ya que el camello dromedario es mucho más grande que la llama como para poder preñarla.

Se puede consultar más información en

miércoles, 7 de abril de 2010

Hongos unicelulares - Levaduras (foto)













Dos levaduras (Saccharomyces y Candida)

Algas (foto)




Alga unicelular y pluricelular

Ameba y paramecio (fotos)




Bacterias (fotos)






Tipos de células (eucariontes y procariontes)

Todos los seres vivos están formados por células. A su vez, todas las células comparten dos características esenciales. La primera, es la presencia de una membrana plasmática que separa a la célula de su ambiente externo. La segunda, es la presencia de material genético, que se encuentra en la molécula de ADN. Esta molécula permite transmitir la características hereditarias a la descendencia.
Por otra parte, existen dos tipos de células: procariontes y eucariontes. Las eucariontes, a diferencia de las procariontes, presentan organelas, es decir, estructuras delimitadas por membranas, donde la célula realiza diferentes funciones. Ejemplos de organelas son la mitocondria, donde se produce la respiración, y el cloroplasto, donde ocurre la fotosíntesis. Con respecto a las células procariontes, el hecho de que carezcan de cloroplastos o de mitocondrias, no significa que no puedan fotosintetizar o respirar, ya que en el citoplasma y la membrana presentan las estructuras necesarias para ello.
La organización del material genético es otra característica que permite distinguir a las células procariontes de las eucariontes.
En las células eucariontes hay varias moléculas de ADN lineal unidas a unas proteínas llamadas histonas, y ubicadas dentro de un núcleo delimitado por una doble membrana. En cambio, las células procariontes tienen una molécula de ADN circular, sin histonas, y carecen de núcleo.
En las figuras siguientes se muestra una célula procarionte y una célula eucarionte animal. Lo que se observa como un conjuntos filamentos azules en célula procarionte es en realidad, una gran molécula de ADN circular enrollada. Como se observa, no hay compartimientos como en la célula eucarionte ("cliquear" sobre las figuras para agrandarlas).














































































Información general sobre la materia

Este es el blog de la materia Biología, del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires, dictada en la sede de Moreno, Provincia de Buenos Aires, bajo la coordinación de Leonardo Castiñeira de Dios.
Su objetivo es ofrecer material para complementar lo visto en clase destacando los puntos más importantes; información general para todos aquellos interesados en la biología, y promover la participación de los alumnos.
A continuación se brinda información general sobre la materia.

Horarios:
Durante el primer cuatrimestre de 2010 se dicta Biología código 08, los días martes y viernes en los horarios de 07:00 a 10:00; 10:00 a 13:00 y 13:00 a 16:00.

Régimen de aprobación:
Durante el cuatrimestre se tomarán dos exámenes. Si el promedio de ambos es de 7 puntos (o 6,5 puntos) la materia se aprueba por promoción. Si el promedio es entre 4 y 6 puntos, deberá rendirse un examen final; y si el promedio es menor a 4 puntos, deberá recursarse la materia (un promedio de 3,5 puntos NO permite acceder al examen final, sino que deberá recursarse la materia).
Habrá tres fechas consecutivas para presentarse al examen final: julio y diciembre de 2010 y marzo de 2011. Si el alumno desaprueba/no se presenta a una fecha, podrá hacerlo en la siguiente, pero no más allá de marzo de 2011.

Docentes:
Eduardo de Navarrete
Guillermo Cogorno
Eva Romero
Marina Vacotto
Coordinación: Leonardo Castiñeira de Dios